A Sketch de Jean-Pierre Martinez
Victor y Fred están sentados en una mesa tomando café.
Victor – Genial… Entonces te vas en tres semanas, ¿no?
Fred – El primero de mayo, sí. El día del trabajo, yo me voy de vacaciones por un año. O más, ya veremos…
Victor – No serán exactamente vacaciones, ¿no?
Fred – Cuando necesite dinero, trabajaré un poco como cocinero o camarero. Es muy fácil allí. Hay trabajo para todos. Y los Franceses son muy apreciados. Sobre todo en la restauración. Sin mencionar a las chicas, claro…
Victor – El mito del French lover… Qué suertudo… Te vas a divertir.
Fred – Puedes venirte conmigo.
Victor – No puedo, lamentablemente. Empiezo mi año de prácticas en septiembre en un banco en París. Y si no quiero pasar tres horas de transporte al día, tengo que trabajar este verano para pagarme un cuarto de servicio.
Fred – Ah, ya.
Victor – Es mucho menos glamuroso.
Fred – Desde luego…
Victor – ¿Se lo has contado a Max?
Fred – Sí. Lo vi ayer.
Victor – ¿Y cómo está?
Fred – Lo conoces… Con Max nunca está del todo bien.
Victor – Se está presentando a las oposiciones para ser profesor. Está un poco nervioso.
Fred – Casi no nos vemos.
Victor – Creo que trabaja mucho.
Fred – O tal vez me guarda rencor. No sé por qué.
Victor – Creo que nos guarda rencor a los dos por haber dejado el grupo. Y ahora, tú también te vas. Entonces, ¿Los Rebeldes se acabaron?
Fred – Ya se habían acabado, ¿no?
Victor – Hay que aceptar la realidad, nunca nos habríamos convertido en estrellas.
Fred – No estrellas del rock, al menos…
Victor – De todos modos, he vendido mi batería para pagar el depósito de mi cuarto.
Fred – Y yo mi guitarra para comprar mi billete de avión.
Pausa.
Victor – Los Rebeldes, qué nombre más estúpido. No recuerdo quién lo inventó en su momento.
Fred – Fui yo.
Victor – Ah, sí, es verdad…
Fred – Cuando era interno en el colegio, en mi internado de curas, era una verdadera prisión. Solo podíamos salir por los fines de semana. Y aún así, si no nos ponían en castigo. Y, por supuesto, no era mixto.
Victor – Vaya…
Fred – ¿Te imaginas? A la edad en la que solo pensábamos en deshacernos de nuestra virginidad, toda la semana entre chicos, de día y de noche. No sé cómo no me volví homosexual.
Victor – ¿Y no intentaste escapar?
Fred – Un día organicé una huelga para protestar por nuestras condiciones de detención. Todos parecían dispuestos. Pero al final, de cuatrocientos alumnos, solo tres nos negamos a volver a clase.
Victor – Los Rebeldes…
Fred – Había un tipo en mi clase que se decía comunista. El típico alumno modelo, ya sabes, pero muy comprometido políticamente. Le pregunté por qué se negaba a participar en nuestro movimiento de protesta. ¿Sabes lo que me respondió?
Victor – No.
Fred – Me dijo: «Es una rebelión, no una revolución…»
Victor – Ah, sí…
Fred – No sé cómo le va hoy con su revolución. Yo trato de seguir siendo un rebelde.
Victor – ¿Y cómo terminó vuestra rebelión?
Fred – Esperaba que me echaran, pero no. Ni siquiera. Nos castigaron durante cuatro fines de semana seguidos.
Victor – Ah, sí, lo recuerdo. No te vimos durante mucho tiempo.
Fred – Me prometí que después del bachillerato no dejaría que nadie me encerrara en algún lugar. Y mucho menos en una oficina…
Victor – Sí.
Fred – ¿No te asusta la perspectiva de pasar el resto de tu vida en un banco?
Victor – Qué quieres… No soy tan guapo como tú. Si quiero encontrar chicas, no puedo contar solo con mi físico. Así que tengo que hacerme mucho dinero…
Fred – Yo voy a aprovechar mientras siga siendo joven y guapo… Después… me apoyaré todo en el humor.
Silencio.
Victor – ¿Vendrás a Normandía para mi cumpleaños? Es dentro de quince días.
Fred – Por supuesto.
Silencio.
Victor – ¿Estás seguro de que estás bien?
Fred – Perfecto.
Victor – Era lo que querías, ¿no? Irte de aquí. Conocer el mundo.
Fred – Sí… En tres semanas, ¡me voy a América! Os enviaré postales, lo prometo.
Victor – Y nos volveremos a ver.
Fred – Claro…
Intercambian una mirada significativa.
Aquellos textos los ofrece gratuitamente el autor para la lectura. Sin embargo cualquier representación pública, sea profesional o aficionada (incluso gratuita), debe ser autorizada por la Sociedad de Autores encargada de percibir los derechos del autor en el país de representación de la obra. En España SGAE, en Argentina ARGENTORES, en Uruguay AGADU, en México SOGEM.
Contactar con el autor : FORMULARIO DE CONTACTO
Sketch extraído de la recopilación Los Rebeldes
Enlace a la recopilación para comprarla o descargarla gratuitamente (PDF).

Encuentra todas las obras de teatro de Jean-Pierre Martinez en su sitio web:
https://jeanpierremartinez.net