Monólogo de Jean-Pierre Martinez
¿Las horas pequeñas? ¿Las conoces? Uno, dos, tres, cuatro… Con cinco, ya estaríamos fuera de peligro. Solo tendríamos que esperar un poco escuchando la radio. Pero nos despertamos y miramos por la ventana. Ni un resplandor. Escuchamos atentamente. Ni un canto de pájaro. Los diurnos todavía duermen, los nocturnos ya están acostados. No hay esperanza de una mañana cercana. Estamos en la oscuridad más profunda, en el territorio de nadie, en la noche de los insomnes despiertos. Por supuesto, un esfuerzo sería suficiente para levantarse y caminar. Pero sería prematuro. Casi antinatural. Ver la noche antes de haber visto el día… Así que debemos dar marcha atrás. Cruzar la frontera de nuevo. Volver a donde nada puede alcanzarnos aún. Donde nada puede esperarnos. Donde nadie puede oírnos. El más allá es el más acá de una eternidad reversible. Cuento hasta cien. Al revés. Noventa y nueve, noventa y ocho… Esperando que antes de que termine esta cuenta atrás, deje de contar. En las noches de insomnio extremo, empiezo en siete mil millones. Seiscientos noventa y nueve millones novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve más antes de que llegue mi turno en esta vasta sala de espera al aire libre que es el mundo de los vivos. ¿Cuánto tiempo para deshojar una por una todas estas existencias que no son la mía, para reconocerme en esa multitud y encontrar mi sueño? Una noche para saber quién eres. Lo que te distingue de los demás. Una vida para descubrir todo lo que no eres. Morir. Fundirse nuevamente en lo indistinto. Dormir. Dejar ir. Con miedo de despertar siendo otro. En una oscuridad que sería una pesadilla sin esperanza de amanecer. Lo que me mantiene con vida, lo que me mantiene despierto, es el miedo de caer en una mala noche, en un mal sueño, en el cansancio eterno. El insomnio es una carrera inmóvil contra el tiempo. Una victoria temporal. Cuatro, tres, dos, uno… Entre el letargo de la noche y la brutalidad del despertar, las horas pequeñas cuentan el tiempo contado de los insomnes.
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Sketch extraído de la recopilación Como un pez en el aire
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