El número correcto

Un sketch de Jean-Pierre Martinez

Una persona (hombre o mujer) sin hogar está allí, mendigando. Un hombre y una mujer llegan. Lo evitan cuidadosamente.
Ella – Hay muchos más marginados en este vecindario que antes, ¿no?
Él – Es cierto, cuando vivíamos aquí, no había tanta gente en la calle.
Se detienen y miran la fachada de un edificio.
Él – ¿Recuerdas?
Ella – Sí.
Él – Estaba en el sexto, ¿verdad?
Ella – En el séptimo.
Él – Ah sí, es cierto.
Ella – Parece tan lejano…
Él – Casi no teníamos muebles.
Ella – No teníamos lavavajillas.
Él – Ni siquiera teníamos banda ancha.
Ella – La vida bohemia…
Él – No teníamos mucho, pero éramos felices.
Ella – ¿Realmente somos más felices ahora?
Él – El dinero no da la felicidad, eso está claro.
Ella – Nos conformábamos con lo que teníamos, y no éramos más infelices por ello.
Él – Éramos jóvenes. Nos amábamos.
Ella – ¿Todavía somos jóvenes, no? ¿Y todavía nos amamos?
Él – Es cierto, apenas han pasado seis meses.
Ella – ¡Seis meses! Parece que han pasado diez años.
Él – A mí también me lo parece. Casi he olvidado nuestra vida anterior. ¿Estás segura de que es el número correcto, al menos?
Ella – Ah sí, definitivamente. El número 13. No me digas que también olvidaste eso. ¡El número complementario!
Mirar la fachada en silencio por un momento, con una sonrisa bobalicona en los labios.
Él – 60 millones, ¿te das cuenta?
Ella – Cambia la vida, eso es seguro.
Él – Ya no estamos obligados a vivir en el séptimo piso de un edificio.
Ella – Bueno, me gustaba ese apartamento. Tenía una vista muy bonita del Retiro y del Museo del Prado.
Él – Sí. Pero no era muy grande.
Ella – Trescientos metros cuadrados, para los dos, ya era bastante.
Él – Aun así. En el séptimo piso.
Ella – Con ascensor…
Él – ¿Recuerdas cuando se averió? Durante una semana, la empleada tuvo que subir los siete pisos con nuestros packs de agua mineral.
Ella – Pobre…
Él – De todos modos, estoy seguro de que ella es mucho más feliz ahora que vivimos en una villa de una sola planta en los barrios elegantes.
Ella – Vivir en el centro, es muy cómodo, pero resulta ruidoso.
Él – Por eso habíamos elegido este dúplex en el último piso.
Ella – Ah sí, es cierto… Era un dúplex…
Él – Por eso ya no recordaba si era el sexto o el séptimo.
Ella – Tienes razón. De hecho, teníamos los dos pisos.
Nuevo silencio emocionado.
Él – Vamos, volvamos. No vamos a caer en la nostalgia.
Ella – Y además el conductor nos espera.
Él – Para eso le pagan, ¿no?
Ella – Entonces, ¿cuántos millones tenemos ahora?
Él – Ya teníamos 10 que venían de mi familia.
Ella – Además 20 que venían de la mía.
Él – Con los 60 millones de la lotería…
Ella – Entonces debe ser alrededor de 80.
Él – Si me permites, diría que son más bien 90…
Ella – Yo y los números, ya sabes… Nunca supe contar.
Él – No eres una mujer de dinero. Por eso te casé.
Se van evitando cuidadosamente al mendigo.
Ella – Tal vez podríamos darle algo…
Él – Solo tengo billetes grandes…
Negro.


Aquellos textos los ofrece gratuitamente el autor para la lectura. Sin embargo cualquier representación pública, sea profesional o aficionada (incluso gratuita), debe ser autorizada por la Sociedad de Autores encargada de percibir los derechos del autor en el país de representación de la obra. En España SGAE, en Argentina ARGENTORES, en Uruguay AGADU, en México SOGEM.

Contactar con el autor : FORMULARIO DE CONTACTO

Sketch extraído de la recopilación Escenas callejeras
Enlace a la recopilación para comprarla o descargarla gratuitamente (PDF).

Escenas callejeras

Encuentra todas las obras de teatro de Jean-Pierre Martinez en su sitio web:
https://jeanpierremartinez.net

Scroll al inicio