Un sketch de Jean-Pierre Martinez
Una mujer toma una copa de champán. Alguien llama a la puerta.
Dos (desde fuera) – ¡Policía!
La mujer abre la puerta.
Uno – Entre, por favor. Le estaba esperando.
La segunda mujer entra.
Uno – ¿Ha venido sola?
Dos – Es que estamos cortos de personal por ahora… Mi colega tenía algo que resolver…
Uno – ¿Nada grave, espero?
Dos – No… Un accidente en un circo. Un tigre que mordió a su domador.
Uno – ¿Ha muerto?
Dos – ¿Quién? ¿El tigre? Lo decía de broma… Sin embargo, la fiera le había cogido la nalga, y no quería dejarla. Tuvimos que anestesiarlo…
Uno – ¿A quién? ¿Al domador? Lo decía de broma…
Se ríen las dos.
Dos – Está abajo, en el coche celular… Me refiero al tigre. Espero que no se despierte demasiado pronto… (Después de un momento) Bueno… ¿Dónde es?
Uno – Aquí al lado, en la habitación.
Dos – Entonces, si no le molesta, voy a echar un vistazo…
La policía desaparece un momento por el lado de la habitación.
Dos (desde fuera) – Ah, sí…
Vuelve en seguida.
Dos – Y… si me permite la indiscreción, ¿cómo hizo usted eso? Porque viéndola así, tan… delgadita.
Uno – Con un cuchillo de sierra.
Dos – ¿Un cuchillo de sierra…?
Uno – Un cuchillo eléctrico. De pilas. Para cortar el pan… o el jamón.
Dos (impresionada) – Y pensaba… trasladar los trozos. ¿Ponerlos en una bolsa de basura, quizás?
Uno – No les habría llamado a ustedes…
Dos – Claro.
Uno – ¿Un poco de champán?
Dos – Es decir que… Bueno, ¿por qué no?
Ella le sirve una copa.
Uno – Gracias. Bueno, pues… Salud…
Beben.
Uno – ¿No me pone las esposas?
Dos – ¿Cuántos esposos tenía usted?
Uno – Sólo uno.
Dos – Entonces, no hay ningún riesgo de que reincida en seguida, ¿verdad?
Las dos sonríen y beben de nuevo.
Dos – Está bien fresquito, eh… Perdón, pero una última pregunta. Sólo por saber… ¿Por qué solo dos trozos? ¿Se agotaron las pilas…?
Uno – Mi marido no conseguía escoger entre su amante y yo. Por lo tanto, opté por una partición equitativa.
Dos – Los hombres, todos son iguales…
Uno – ¿Está usted casada?
Dos – Viuda.
Uno – Perdón… Lo siento…
Dos – No, por favor… No vale la pena, se lo aseguro…
Uno – No me diga que usted también…
Dos – Qué va… No hubiera podido entrar en la policía… Ya no son tan estrictos como antes, pero si ya tienes algún antecedente, claro, lo tienen en cuenta… No, mi marido murió estúpidamente… Por culpa de la cerveza… Al salir de un bar…
Uno – ¿Tenía un problema con la bebida…?
Dos – ¡Ni siquiera! Estúpidamente, he dicho… Le atropelló un camión de San Miguel.
Uno – Qué pena… Como digo yo: hay que aprovechar las cosas buenas de la vida mientras se pueda… ¿Un poco más de champán?
Dos (tendiendo su copa) – ¿Entiende usted ahora por qué no le pongo las esposas…?
La primera llena otra vez la copa de la segunda.
Dos – ¿La conocía usted?
Uno – ¿A quién?
Dos – A la amante de su marido…
Uno – Personalmente, no. Solo sé que es policía.
Dos – Una colega, entonces… Bueno, hay guarras en todas partes. Y créame, todavía más en la policía…
Uno – ¿Le puedo hacer una pregunta?
Dos – Cómo no…
Uno – ¿Usted cree en el azar?
Dos – Bueno, en este oficio…
Uno – Entonces, créame, usted no está aquí por casualidad.
Dos – ¿Francisco?
Uno – Es mi marido, sí. Bueno, era…
Dos – ¡Si me había dicho que era viudo, se lo juro!
Uno – Eso prueba que todo el mundo puede equivocarse…
Dos – Dios mío. Ni siquiera le había reconocido al verlo así. En dos trozos… Así que usted me tiene que odiar, por supuesto…
Uno – Le mintió a usted, también, ¿no es cierto…?
Dos – El muy cabrón… Si me permite… ¿Y ahora qué?
Uno – Pues como le he dicho. Compartimos. ¿Tiene usted alguna parte preferida?
Dos – Es que… No va a ser tan sencillo… Tengo que escribir un informe. Y me va a costar hacer pasar esto por un accidente doméstico…
Uno – ¿Un suicidio?
Dos – ¿Un tipo que se hace harakiri con un cuchillo de sierra a pilas…?
Uno – Entonces no hay más remedio que hacer desaparecer el cuerpo.
Dos – ¿Alguna idea?
Uno – ¿El tigre…? Tendrá hambre ¿no…? Si quería comerse a su domador…
Dos – Es un tigre muy viejo… Sólo le quedan dos o tres dientes… Por eso escogió la parte más blanda…
Uno – Voy a comprar más pilas…
Oscuro.
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Sketch extraído de la recopilación Muertos de la risa
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