Venganza

Un sketch de Jean-Pierre Martinez

Un personaje (hombre o mujer) está allí. Llega otro (también de sexo indiferente).
Uno – ¡Hola!
Dos – Hola…
Uno – ¿Vienes al casting?
Dos – Sí.
Uno – Es un papel estupendo, ¿verdad?
Dos – Sí.
Uno – De esos que pueden relanzar una carrera…
Dos – ¿Relanzar…? ¿Lo dices por mí?
Uno – Hace tiempo que no se te ve en pantalla, ¿no?
Dos – Últimamente he hecho sobre todo teatro.
Uno – ¡Y publicidad! Ya me acuerdo, te vi en ese anuncio de sillas salvaescaleras.
Dos – Era de audífonos.
Uno – Ah, sí, puede ser.
Dos – Sí.
Un silencio.
Uno – ¿De verdad no te acuerdas de mí?
Dos – ¿Debería?
Uno – Coincidimos en un casting hace… Bueno, éramos jóvenes entonces.
Dos – ¿Ah, sí?
Uno – Era para un telefilme. La historia de un cabrón que mata a su mujer para cobrar el seguro de vida y consigue que culpen a su mejor amigo.
Dos – Ah, ya…
Uno – A ti te dieron el papel. Debías de ser más convincente que yo haciendo de cabrón.
Dos – Puede ser.
Uno – Ese papel fue el que lanzó tu carrera, ¿no?
Dos – Es verdad.
Uno – Qué cosas tiene la vida, ¿eh?
Dos – ¿El qué?
Uno – Que si en aquel momento me hubieran elegido a mí y no a ti… Quizá hoy el famoso sería yo.
Dos – Ya…
Uno – Un famoso algo pasado de moda, pero bueno.
Dos – Gracias… Pero mira, yo no creo mucho en el azar.
Uno – ¿No?
Dos – Quizá ya entonces tenía más talento que tú.
Uno – Sí… O quizá te acostabas con la productora.
El otro encaja el comentario.
Dos – Y dime, ¿vienes al casting para el papel principal también tú?
Uno – No.
Dos – ¿Para un secundario, entonces?
Uno – Tampoco.
Dos – ¿Figuración?
Uno – Soy el productor.
El otro se queda de piedra.
Dos – ¿Ah, sí?
Uno – Como nunca conseguí acostarme con la productora para que me dieran papeles, decidí convertirme en productor.
Dos – Vaya…
Uno – Para acostarme no tenía el físico.
Dos – Entiendo.
Uno – Pero tranquilo, yo no pido a los actores que se acuesten conmigo para conseguir el papel.
Dos – Bien.
Uno – Solo elijo a los que tienen talento, ¿sabes?
Dos – Ya veo.
Uno – Pero no sé si eso debería tranquilizarte…
Dos – Sí… Al principio no te había reconocido, pero… Ahora sí que me acuerdo.
Uno – ¿Ah, sí?
Dos – ¿Pedro, verdad?
Uno – Juan.
Dos – Eso, Juan. Pero… ¿no nos habíamos vuelto a ver después?
Uno – Te dejé mi número. Pero nunca me llamaste.
Dos – ¿Ah, sí?
Uno – Me pediste cincuenta euros para coger un taxi.
Dos – Vaya… Habré perdido tu número.
Uno – Seguramente…
Dos – Pero te los devuelvo ahora mismo, si quieres.
Uno – Déjalo, invito yo. Ya no los necesito.
Dos – ¿Estás seguro?
Uno – Quédate con tus cincuenta euros… Te tomas una copa a mi salud. Por los viejos tiempos.
Dos – Te dejo mi número. Podemos tomarnos una copa juntos, ¿no? Te invito…
Uno – Hasta ahora, para el casting.
Dos – Hasta ahora…
Negro.


Aquellos textos los ofrece gratuitamente el autor para la lectura. Sin embargo cualquier representación pública, sea profesional o aficionada (incluso gratuita), debe ser autorizada por la Sociedad de Autores encargada de percibir los derechos del autor en el país de representación de la obra. En España SGAE, en Argentina ARGENTORES, en Uruguay AGADU, en México SOGEM.

Contactar con el autor : FORMULARIO DE CONTACTO

Sketch extraído de la recopilación Entre Bastidores
Enlace a la recopilación para comprarla o descargarla gratuitamente (PDF).

Entre bastidores

Encuentra todas las obras de teatro de Jean-Pierre Martinez en su sitio web:
https://jeanpierremartinez.net

Scroll al inicio