Un sketch de Jean-Pierre Martinez
La escena está vacía excepto por un gran contenedor de basura con ruedas y una tapa amarilla. Una mujer llega arrastrando otro contenedor del mismo tipo pero con tapa verde. Vestida elegantemente y con tacones altos, trata de mantener cierta dignidad en este degradante ejercicio de sacar la basura ella misma. Su teléfono móvil suena y ella contesta.
Mujer 1 – ¡Hola, sí? ¡Oh, buenas tardes, Juan! No, no me molestas en absoluto. Estaba ordenando algunos papeles y me estaba preparando para tomar un baño… ¿Esta noche a las siete y media? Ah, sí, ¡es absolutamente perfecto! Pero ¿estás seguro de… Tu última paciente? Muy bien. En ese caso, tal vez tengamos tiempo para tomar una copa después, para conocernos un poco. Ah sí, o cenar si prefieres… Conozco un excelente restaurante japonés por aquí… ¡Oh, no te gustan los sushi! No, no, para nada… También me gusta mucho la paella… Perfecto, entonces nos vemos más tarde… No, no te preocupes, tengo la dirección de tu consultorio… ¿Ah, hay un código a partir de las siete de la tarde? Espera, tomo algo para anotar… Estoy en el baño y no tengo nada encima… Quiero decir, no tengo nada para escribir…
Ella saca un lápiz, pero al darse cuenta de que no tiene papel, abre la tapa de la basura amarilla. Al encontrarla vacía, deja la tapa abierta y abre la tapa de su propio contenedor, de donde saca al azar un paquete de cereales bajos en calorías.
Mujer 1 – Listo, te escucho… Oh, vaya, en efecto, es complicado… (Bromeando) ¿No podías elegir el 1492 o 0007 como todos los demás? Ah, es la fecha de defunción de tu suegra… Sí, tienes razón, para un ladrón, obviamente es más difícil de adivinar… Pero ¿puedes repetírmelo más despacio? Solo un segundo, me acomodo un poco más…
Ella se contorsiona tratando de escribir en el cartón con una mano mientras sostiene el teléfono con la otra, pero luego decide poner el cartón en el borde de la basura amarilla, dejando la tapa abierta. El cartón cae al fondo y al intentar atraparlo, deja caer también su teléfono en la basura vacía.
Mujer 1 – Oh, no, no puede ser verdad… (Dirigiéndose hacia el fondo de la basura) ¿Hola? ¿Juan? ¿Me escuchas? (Se inclina hacia el fondo de la basura para intentar recuperar el teléfono.) ¿Hola? Te escucho muy mal…
Finalmente, ella cae dentro del contenedor. Solo sus dos piernas sobresalen, agitándose y emitiendo gritos sofocados. Un hombre llega con un teléfono móvil en la mano.
Hombre – ¿Hola? ¿Hola? ¿Me escuchas?
Su esposa llega por detrás de él.
Mujer 2 – ¿Juan? ¿Qué estás haciendo aquí?
Juan guarda inmediatamente su teléfono. Temiendo ser sorprendido en esa posición embarazosa, la mujer atrapada en el contenedor vuelve a meter sus piernas y se calma.
Hombre – Bueno, yo… Venía a recoger el contenedor para subirlo… ¿El peluquero no pudo atenderte finalmente?
Mujer 2 (secamente) – Sí. Acabo de salir.
Hombre – Ah, muy bien…
Mujer 2 – ¿No olvidaste que esta noche voy a la despedida de mi jefe de servicio?
Hombre – No, no, tranquila… Aprovecharé para ponerme al día con mi contabilidad en la oficina.
La mujer ve la caja de cereales en el suelo.
Mujer 2 – La gente es muy sucia… (Recoge el envase para ponerlo de nuevo en el contenedor) Y tengo la impresión de que los recién llegados son los peores… A propósito, ¿conociste a la nueva vecina?
Hombre – ¿Qué vecina?
Mujer 2 – No me digas que no la has notado… La de pechos grandes…
Hombre – Ah, esa…
Mujer 2 – Ves, que sí te acuerdas.
Hombre – Es cierto que es bastante guapa.
Mujer 2 – Yo la encuentro bastante vulgar, pero bueno…
Hombre – ¿Vulgar?
Mujer 2 – Creo que está divorciada…
Hombre – ¿Te lo dijo ella?
Mujer 2 – Una mujer que saca ella misma la basura, obviamente vive sola… Y como es demasiado mayor para ser soltera, concluyo que está divorciada… o viuda.
Hombre – No es tan mayor…
Mujer 2 – Debe tener más o menos mi edad.
Hombre – ¿Ah, sí? No se nota…
Mujer 2 – Cuando saca la basura por la mañana en bata antes de maquillarse, se nota, créeme… Pero oye, parece que realmente te ha impresionado…
Hombre – Fuiste tú quien me habló de ella… (Pausa) Y además, hoy llamó a la oficina para una limpieza dental…
Mujer 2 – ¿Una limpieza dental? ¿Cuándo?
Hombre – Esta noche.
Mujer 2 – Ah, vale… Debe ser una urgencia. Debía tener mucha placa dental…
Hombre – Tal vez tiene una cita importante…
Mujer 2 – Sí, claro… En fin… Mientras no la traigas a casa… Porque te advierto, soy capaz de cualquier cosa…
Hombre – Traerla a casa… ¿De dónde sacas eso?
Comienzan a alejarse.
Mujer 2 – Bueno, ¿no subes el contenedor?
Hombre – Sí, sí… (Toma el contenedor con ruedas por el asa y sigue a su esposa.) Pero cuando dices capaz de cualquier cosa… No te refieres a matar, ¿verdad?
Se escucha el timbre de un teléfono procedente del contenedor.
Negro.
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Sketch extraído de la recopilación Aviso de paso
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