Mala suerte

Un sketch de Jean-Pierre Martinez

Un personaje está sentado en una mesa frente a un vaso lleno y otro vacío. Al lado, hay una cubitera con una botella de champán. Otro personaje llega.
Uno – Bond. James Bond.
Dos – I know who you are.
Uno – Es una contraseña para cinéfilos…
Dos – Goldfinger, mi película favorita. Te sirvo un poco.
Uno – Con mucho gusto.
El otro le sirve. Brindan.
Dos – Por nuestro contrato.
Uno – Aún no he dicho que sí. ¿De qué se trata exactamente?
Dos – De matar a alguien.
Uno – Soy asesino a sueldo. Por lo general, para eso me llaman. ¿Pero de quién quieres deshacerte?
Dos – De mí mismo.
Uno – ¿Perdón?
Dos – Sí, ya sé, es inusual, pero al fin y al cabo, para ti, ¿qué cambia?
Uno – Nada, es verdad.
Dos – Incluso tiene ventajas. La víctima es voluntaria, nadie vendrá a quejarse, así que tienes la garantía de que no habrá problemas.
Uno – En nuestro trabajo, nunca hay garantías, ¿sabes? La pregunta es… ¿por qué no hacerlo tú mismo?
Dos – Porque simplemente no tengo el valor.
Uno – Lo entiendo. Matar a alguien es una cosa. Quitarse la vida, es otra. Yo mismo, si algún día quisiera acabar, creo que recurriría a un colega.
Dos – Además, no quiero causar dolor a mis seres queridos. Un suicidio siempre es un peso para los que quedan. ¿Por qué no vi las señales? Si lo hubiera sabido, ¿podría haberlo evitado?
Uno – Claro.
Dos – Un accidente, o incluso un asesinato, es mucho más llevadero.
Uno – Debo admitir que cada vez recibimos más solicitudes como la tuya. Al principio me costaba un poco, pero… Cuando puedes ayudar…
Dos – Te aseguro que me harás un gran favor.
Uno – Si se me permite… ¿Por qué?
Dos – Simplemente por agotamiento… La sensación de que lo que tenía que hacer en esta vida ya quedó atrás.
Uno – ¿Y si cambiaras de opinión?
Dos – Lamentablemente, cada día que pasa me confirma en esta decisión.
Uno – En cualquier caso, si cambias de opinión, solo envíame un SMS.
Dos – De acuerdo.
Saca un sobre de su bolsillo y lo coloca sobre la mesa.
Dos – Aquí tienes, como acordamos.
Uno – Muy bien.
Dos – ¿No lo cuentas?
Uno – ¿Allí a donde vas, para qué te servirían unos euros que no me hayas dado?
Dos – Es cierto.
Uno – Pareces buena persona. Me dará pena…
Dos – Tú también me caes bastante bien. Y ya que estamos, me alegra que seas tú quien lo haga…
Uno – Como te dije, me doy un mes para ejecutar el contrato. Puede ser mañana o el mes que viene. No sabrás ni el día, ni la hora, ni el lugar…
Dos – ¿Y si te pasa algo antes?
Uno – ¿Algo?
Dos – Que mueras antes que yo.
Uno – Es poco probable, pero en ese caso, me temo que tendrás que seguir viviendo un poco más.
Dos – Entonces, cuídate bien.
El otro se levanta, hace un gesto de despedida y se va. El que queda termina su copa. Se oye el chirrido de unos neumáticos seguido de un choque.
Dos – Vaya. Es el tercero esta semana…
Negro.


Aquellos textos los ofrece gratuitamente el autor para la lectura. Sin embargo cualquier representación pública, sea profesional o aficionada (incluso gratuita), debe ser autorizada por la Sociedad de Autores encargada de percibir los derechos del autor en el país de representación de la obra. En España SGAE, en Argentina ARGENTORES, en Uruguay AGADU, en México SOGEM.

Contactar con el autor : FORMULARIO DE CONTACTO

Sketch extraído de la recopilación Asesinos de bromas
Enlace a la recopilación para comprarla o descargarla gratuitamente (PDF).

Asesinos de bromas

Encuentra todas las obras de teatro de Jean-Pierre Martinez en su sitio web:
https://jeanpierremartinez.net

Scroll al inicio