Un sketch de Jean-Pierre Martinez
El dueño espera detrás del mostrador, ocioso. Llega un hombre y una mujer.
Ella – Hola Manuel.
El dueño responde con un gesto de cabeza. Se sientan en una mesa. El dueño se acerca para tomar el pedido.
Dueño – ¿Qué les sirvo?
Ella – Lo de siempre.
Dueño – ¿Y usted?
Él – Lo mismo.
Dueño – ¿Lo mismo que la señorita o lo mismo de siempre?
Él – Perdón.
Dueño – ¡Yo no sé lo que pides siempre!
Él – Sin embargo, vengo todas las mañanas, como ella.
Dueño – Así es. Hay caras que recuerdo y otras que prefiero olvidar…
Él – Digamos lo mismo que ella, entonces.
Dueño – Y dos cafés…
El dueño se aleja.
Él – Siempre tan amable…
Ella – Hay que saber cómo tratarlo.
Él – Qué idiota.
Ella – ¿Sabes cómo se llama, ese idiota?
Él – No.
Ella – Manuel.
Él – Parecen muy íntimos, tú y ese… Manuel.
Ella – Vengo todos los días a tomar un café antes de ir a trabajar…
Él – Yo también… Pero él finge que no me conoce.
Ella – ¿Estás celoso?
Él – Tal vez él sea el celoso… ¿Lo conoces tan bien?
Ella – Nunca hemos hablado realmente.
Él – ¿Cómo sabes que se llama Manuel?
Ella – No lo sé… Todo el mundo lo sabe… En cualquier caso, todo el mundo lo llama Manuel y nunca se ha quejado.
Un momento.
Él – ¿Estás bien?
Ella – Sí.
Él – ¿Qué te gustaría hacer?
Ella – No lo sé…
Él – Hace buen tiempo… No vamos a encerrarnos en una sala de cine. ¿Por qué no damos un paseo?
Ella – Como quieras.
Él – Oculta tu entusiasmo… ¿Hay algo que te preocupe?
Ella – No… No especialmente.
Él – No lo sé… Algo de lo que quieras hablar conmigo.
Un momento.
Ella – De acuerdo… Si me sucede algo algún día, quiero donar mis órganos.
Él se queda desconcertado por un momento.
Él – ¿A quién?
Ella – ¡No lo sé! Para alguien que los necesite.
Él – ¿Necesite…?
Ella – ¿Lo estás haciendo a propósito o qué? ¡Un trasplante!
Él – Ah, sí… Muy bien…
Ella – Tengo mi tarjeta de donante conmigo, pero por si acaso…
Él – De acuerdo.
Ella – Necesito decírselo a alguien. Porque cuando ya no se puede hablar…
Él – De acuerdo.
Ella – Y si estoy en estado de muerte cerebral, no quiero que me mantengan artificialmente con vida.
Él – No hay problema… Pero sabes, todavía no estamos casados. Ni siquiera estoy seguro de que yo tenga voz y voto. Seguramente sería decisión de tus padres.
Ella – Están muertos.
Él – Ah sí, es cierto… Para tus hermanos y hermanas, entonces.
Ella – Estoy enfadada con toda mi familia.
Él – Bueno… Entonces solo nos queda casarnos. Así puedo disponer de todos tus órganos yo mismo.
Ella – ¿Es una propuesta de matrimonio? Porque sería sin duda la más original de toda la historia de las propuestas de matrimonio.
Él – ¿Quieres casarte conmigo?
Ella – Sí… (Un momento) ¿Y tú?
Él – Pues sí, ya que acabo de pedir tu mano… Bueno, tu mano, tu corazón, tus pulmones, tu hígado y todo lo demás…
Ella – No, me refiero, ¿y tú, si te sucediera algo? Ahora que voy a poder disponer de todos tus órganos también.
Él – Ah sí… Aquí estamos nadando en pleno romanticismo…
Ella – Entonces…
Él – No lo sé… No lo he pensado realmente… Yo ni siquiera dono sangre… excepto a algunos mosquitos.
Ella – Bueno… ¿Y entonces?
Él – Si al morir pudiera legarte mi corazón para salvarte la vida, seguramente lo haría. Pero darle mi corazón a un desconocido… Es cierto, siempre puedes encontrarte con un idiota. Los idiotas también tienen problemas cardíacos. Menos que los demás, de acuerdo, pero los tienen…
El dueño se acerca.
Dueño – Y dos cafés… (Dirigiéndose al hombre) ¿Puedo cobrar ahora mismo?
El hombre saca algunas monedas y las coloca sobre la mesa. El dueño las recoge y se marcha sin decir una palabra.
Él – Imagina que muero y que ese imbécil necesita un trasplante. Francamente, me fastidiaría mucho darle mi corazón.
Ella – Es un riesgo que hay que correr.
Él – Bueno… Si eso te hace feliz, también tomaré mi tarjeta…
Ella – Sí, me hace feliz. Y ahora, tengo ganas de ir a dar un paseo por el bosque contigo.
Él – ¿Por el bosque?
Ella se levanta.
Ella – ¿Vamos?
Él – ¿Puedo tomar mi café primero?
Ella – Está bien, pero date prisa.
Él se dispone a tomar su café.
Negro.
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Sketch extraído de la recopilación A corazón abierto
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